domingo, 29 de septiembre de 2013

Veritas liberabit vos

Preparatoria, que momentos tan inolvidables vivimos en esta etapa de nuestra vida, es un momento de cambio, un momento en el que todo se transforma, las personas que conocías ya no son las mismas, todo a tu alrededor pasa de ser una cosa a otra, pero no solo es el resto del mundo también has cambiado tú. Es esa parte de la vida donde te das cuenta de muchas cosas, donde comienzas a  descubrir quién eres, y quien quieres ser en un futuro, te comienzas a preparar para alcanzar tus metas, eso que has deseado desde pequeño.


Tus amigos son algo fundamental en esta experiencia, pero es aquí donde te das cuenta quienes son tus verdaderos amigos, aquellos que están en las malas y en las buenas contigo. La preparatoria para mi definitivamente fue para crecer, viví muchas cosas, cosas que me hicieron enojar, reír, llorar, y que me sirvieron para poder encontrar mi camino y con quienes quería compartirlo.

 

Recuerdo el primer día de clases, ver tantos rostros desconocidos, no tenía idea de que muchos de ellos se convertirían en mis mejores amigos, pero tampoco esperaba que se volvieran unos extraños para mí. Al principio todo fue diversión, incluso en el salón durante las clases, no había nada que me hiciera sentir mejor que ese grupo de personas que veía todos los días. Con el tiempo todo fue cambiando y aquellas personas que solían ser mis amigos dejaron de serlo. Poco después me cambie de escuela, para descubrir a las mejores personas, esas que no se despegan de tu lado a pesar de pleitos, esas que te entienden y te aceptan tal y como eres.  Este nuevo grupo fue de los mejores, me hacían reír todo el tiempo. Los “trabajos en equipo” que definitivamente eran más para platicar, comer, jugar, que para hacer tarea, son algo que no olvidare, pues ciertamente era el segundo lugar donde mejor la pasábamos, y creo no soy la única que lo piensa.

 
Muchas personas me han dicho que ha sido la mejor experiencia de su vida, quizá sea el hecho que los dos primeros años no tienes responsabilidades, no tienes preocupaciones, que lo único que importa es sacar buenas notas y pasar tiempo con tus amigos.

En tercero comienzan las complicaciones, debes escoger quien quieres ser en un futuro, la carrera que te llevara a tu meta, la universidad que es mejor para ti, tantas dudas que empiezan a pasar por tu cabeza, ¿es esto lo que quiero estudiar? ¿Qué universidad debo escoger? ¿Podré vivir fuera de mi casa y cuidar de mí mismo?, creo que son las mismas preguntas que todos se hacen y lo único que debes hacer es arriesgarte a ese cambio que puede llevarte al éxito y tomar una decisión, una decisión que cambiara tu vida para siempre, y que si no estás seguro al menos debes intentar, porque solo hay algo peor que intentar…no intentarlo.  Les diré que gracias a ese consejo que me dieron, es que hoy estoy aquí y que sin ella, no habría podido recordar aquel momento en prepa, que solo me senté en el salón de clases, mire a mi alrededor y dije "Comienza la aventura".

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