Para hablar de la reforma educativa, primero hay que conocer
sus antecedentes y tal vez todos piensen que el actual presidente es quien la
propuso, pero si nos vamos unos años atrás, podremos ver que fue Felipe Calderón, quien hizo esta propuesta durante la celebración del día del maestro
del año 2007, donde por primera vez, el entonces presidente se reunió con Elba
Esther Gordillo y propuso una reforma en materia educativa.
“Creo firmemente que la mejor vía para edificar un país
distinto y mejor es garantizar una formación de calidad en todos los mexicanos.
Para alcanzar este objetivo, sé que necesitamos una transformación profunda del
sistema educativo, una reforma en lo que hacemos que nos permita avanzar en
cinco grandes frentes al mismo tiempo” consideró Calderón. Sin embargo esta
propuesta, no fue más que eso, una propuesta. El ex presidente no logró
realizar esta reforma y es así como Peña Nieto continua con este pensamiento y decide
aplicarla. La reforma fue recibida en la cámara de senadores, una vez ya
aprobada por las comisiones unidas y se procedió a la discusión y votación, resultando
113 votos a favor y 11 en contra.
El 10 de Septiembre del 2013, el presidente Enrique Peña
Nieto Promulgó la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto
Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio
Profesional Docente; los tres decretos fueron publicados en el Diario
Oficial al día siguiente.
El propósito de la reforma no es quitar empleos, es hacer que
la calidad de la educación crezca. Los maestros si deberán realizar un examen,
pero no van a ser despedidos, se les quitará el servicio profesional docente,
esto quiere decir que ya no podrán enseñar más, podrán seguir en la escuela pero trabajando quizá de secretaria, ya que no son
aptos para ser profesores.
Otra de las cosas que busca es que las cosas en las escuelas
estén bien, pronto mandarán supervisores, valga la redundancia, para supervisar
el trabajo de los directores, profesores, el personal docente. Muchas veces los
directores, algunos no todos, suelen tomar las cuotas que los padres de familia
dan a las escuelas, y lo que el gobierno quiere es que los padres vigilen que se hace con esas
cuotas, es claro que eso no le agrada a los directores y por eso no quieren la
reforma.
Durante muchos años en los medios rurales, pueblitos cerca de
Escárcega, los maestros hicieron lo que quisieron, podían llegar tarde y aun así se
les daba el sueldo de puntualidad, podían ir de martes a jueves y se les pagaba
todo el mes, no trabajaban los 200 días, y con la entrada de esta reforma, todo
eso cambiará y a los privilegios que antes gozaban, ya no los podrán tener.
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